El ácido hialurónico es un componente presente de forma natural en nuestras articulaciones, cartílagos y piel. Dependiendo de la zona en la que lo encontramos cumple distintas funciones:
- En las articulaciones ayuda a evitar que se produzcan fricciones dolorosas.
- En los cartílagos funciona como reconstituyente.
- En la piel actúa como agente hidratante y de soporte para que se mantenga joven.
Gracias a su gran capacidad para atraer y retener moléculas de agua, el ácido hialurónico es un componente clave para el buen funcionamiento de la piel y muchos de nuestros tejidos, pero su salto a la fama llegó cuando empezó a aplicarse como ingrediente en tratamientos estéticos y rellenos dérmicos, por sus extraordinarias propiedades antiaging.
¿Cuáles son los beneficios para el cuidado de la piel?
Una piel bien hidratada es más firme y tiene un brillo más luminoso. En cambio, una piel deshidratada aparenta mayor opacidad, le falta brillo y aparece más holgada. Por otro lado, el ácido hialurónico actúa como una esponja, capaz de retener grandes cantidades de agua en la piel, y así le aporta volumen, además de reducir las arrugas y disimular las líneas de expresión y revitalizar las capas superficiales externas de la piel.
Al mismo tiempo, el ácido hialurónico aporta una apariencia saludable a la piel, por lo que se pueden resumir aquí sus principales beneficios:
- Mantiene la correcta estructura de la piel.
- Retiene el agua en la epidermis, pues hidrata de forma natural.
- Facilita la reparación celular.
- Rellena las arruga